A menudo me encuentro con personas que me preguntan cómo pueden tener ideas para crear innovaciones. Mi respuesta siempre es que busquen los problemas que ellos se encuentran en su vida, especialmente aquellos que se repiten a menudo; y entonces piensen en soluciones «creativas» para estos problemas.
Por eso yo les recomiendo que lleven siempre una pequeña libreta donde apunten todos aquellos problemas que se encuentran cada día en casa, al trabajo, por la calle, …
O bien, aprovechando las nuevas tecnologías utilizar las funcionalidades de su teléfono móvil, y si tiene conexión a Internet utilizar herramientas como evernote.
Una vez al mes conviene hacer una revisión de los problemas recogidos. Y buscar por un lado aquellos que más se repiten y por otro valorar qué beneficio representaría encontrar una solución para cada uno de ellos.
El beneficio de la solución puede ser:
• económico,
• en tiempo,
• social,
• ecológico / ambiental,
• …
En el momento de buscar las soluciones es cuando hay que ser creativos y osados, pero con una creatividad orientada hacia la simplicidad de la solución. Deben ser soluciones elegantes, y mejor si son intuitivas para el usuario.
Los problemas son una gran fuente de innovaciones, esto lo podemos ver si hacemos una revisión de la historia de la innovación donde encontraremos que está llena de soluciones a problemas que el autor de la innovación había encontrado a nivel personal.
Y la ventaja es que busca soluciones que sean efectivas para ellos mismos, y por lo tanto, también lo serán para los posibles clientes de estas innovaciones.
Sin embargo a veces las innovaciones evolucionan, y los que participan en la evolución no han sufrido el problema y entonces se hacen cambios que generan nuevos problemas.
Y entonces se abre la oportunidad para que otros encuentren nuevas soluciones a los nuevos problemas, en un ciclo continuo problema-solución-innovación-problema-…