En la Innovación Sistemática se debe considerar el uso de los Recursos de forma amplia por ello es fundamental “identificar y utilizar todo aquello que hay disponible dentro y fuera del entorno en que se ubica el sistema sobre el que queremos innovar”.
Para ello hemos de tener una disposición diferencial para observar el entorno y ver lo que otros no ven pese a que está delante de ellos.
Quizás uno de los ejemplos más clarificadores de esta mentalidad es el personaje televisivo de los años 80 MacGiver (que ha vuelto a las pantallas en una nueva versión en 2016). La característica principal de este personaje es que resuelve los problemas a los que se enfrenta utilizando lo que tiene disponible a su alcance y sobre todo utilizando sus conocimientos sobre ciencias, así puede aplicar tanto Física como Química, como Termodinámica o Electromagnetismo.
Esta forma de utilizar lo disponible tiene una cierta similitud a la denominada Jugaad Innovation o Innovación Frugal que es una variante de la innovación que se basa en el uso de los limitados recursos disponibles, y que tiene su origen conceptual en la India aunque posteriormente se haya difundido en otros países.
Tener en consideración este principio a la hora de innovar creo que es importante porque lo que nos debe hacer reflexionar es que hemos de procurar utilizar lo máximo posible los recursos que disponemos.
En muchas ocasiones no se innova porque se piensa que innovar es caro y no tenemos suficiente dinero para comprar las últimas tecnologías pero no siempre es necesario estar a la última. En muchas ocasiones es el ingenio de las personas el que hace que una innovación sea disruptiva y de éxito; y también que esas personas están en nuestra empresa pero no las hemos considerado para que puedan aportar su recurso más valioso como es su intelecto.
Pese a los cantos de sirena de la Inteligencia Artificial yo sigo considerando que la capacidad humana para encontrar soluciones disruptivas es superior.
Al fin y al cabo son humanos los que desarrollan los programas de inteligencia artificial y por tanto son algoritmos creados por personas los que aportan las soluciones (y los errores).