Papá, ¿me imprimes otra figura de chocolate con mi cara?

Como exponía en el primer post de este año uno de los temas relevantes del 2013 será el de la fabricación aditiva (la impresión 3D). Y en el poco tiempo que llevamos de año ya han aparecido diversos artículos a lo largo del mundo en los que se especula sobre el futuro de esta tecnología.

Así en el diario La Vanguardia se publicaba una entrevista al director del Barcelona Fab Lab, Tomas Díez, en la que afirmaba: «Habrá impresoras 3D en las casas en menos de cinco años«.

O que por su parte rtve, el pasado 11 de enero en sus telediarios emitiese la noticia que “Las impresoras 3D eran una de las novedades del CES 2013”, o el hecho relevante que Nokia facilite a sus clientes una aplicación para diseñar e imprimir en 3D sus propias carcasas personalizadas, otro periódico El País también se hace eco de esta revolución industrial con el titular “La impresora 3D se convierte en un fenómeno de masas”.

Si aplicáramos la curva S de difusión de la innovación podríamos decir que nos encontramos en la fase que va de los primeros seguidores a la de la mayoría precoz, que está tecnología está empezando su fase de ascenso.

Además ya podemos comprar uno de los modelos de los que más se ha hablado estos días, el MakerBot Replicator™ que es una impresora capaz de imprimir a 2 colores, el vídeo en el que Bre Pettis, CEO y cofundador de Makerbot Industries, presenta The MakerBot Replicator ha alcanzado ya casi 500.000 visitas.

MakerBot Replicator™

Como explicaba hace más de un año esta tecnología supondrá una revolución en muchos sectores, y provocará cambios en la línea de lo que Schumpeter denominaba “innovación destructiva”, porque es lo que puede generar la desaparición de unas empresas (y los respectivos puestos de trabajo) y la aparición de otras empresas, que requerirán empleados con una formación y competencias diferentes de las de las empresas desaparecidas.

Pero el sector de los recambios no es el único. También puede haber cambios en el sector de la pastelería artesanal; con una impresora 3D que utilice chocolate podrán construirse figuras con formas que hasta ahora no se podían hacer con los métodos tradicionales, puede suponer eliminación de personal auxiliar, o que haya quién decida imprimirse las figuras de chocolate en casa, o en la tienda de la esquina.

Las posibilidades que permitirá el desarrollo de esta tecnología y sus variantes está aún en su fase inicial, pero la imaginación de los investigadores ya llega a decir que se imprimirán tejidos e incluso órganos: con lo que haciendo un ejercicio de ciencia-ficción podríamos pensar en impresoras 3D que imprimiesen órganos para trasplantes en base a células madre del paciente con lo que se evitarían los problemas de rechazo de los trasplantes entre personas.

Como decía al principio este 2013 será vertiginoso en noticias sobre las impresoras 3D. En pocos años tendremos impresoras 3D en casa, y nuestr@s hij@s el día de su cumpleaños nos pedirán figuras de chocolate para celebrarlo, con formas como su cara, o las de sus amigos, o…

Y tu: ¿qué opinión tiene al respecto?

 

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