En mi opinión, SI.
Y, ¿cuál puede ser esa innovación?: Yo creo que serán las «impresoras 3D de bajo coste» que incorporen cartuchos de diversos materiales.
Hace unos meses ya hablé de impresoras 3D a raíz de la portada del mes de febrero de este año de la revista The Economist, recientemente (gracias Daniel) en otros artículos nuevamente se hacía referencia a las posibilidades de esta tecnología (“Could 3D printing end our throwaway culture?” y “Difference Engine: Making it”).
Esta tecnología que yo considero, como también otros expertos, va a suponer una revolución en muchos ámbitos empresariales y especialmente en todo lo que afecte al desarrollo de innovaciones.
Pero, además, también puede suponer, a medio plazo, un cambio en los sistemas productivos de muchas pymes, e incluso a nivel doméstico.
Por lo que respecta al desarrollo de innovaciones, hoy en día ya existen impresoras que a un coste razonable permiten obtener prototipos funcionales “de hoy para mañana”, evitando los costes de desarrollo asociados como los de construcción de moldes prototipo, ocupación de línea de producción para fabricación de prototipos,…
Además de la reducción de los tiempos de desarrollo (un molde para prototipos no se fabrica de hoy para mañana) con esta “nueva” herramienta podemos “experimentar” nuevas formas a bajo coste y enseñarlas a los de marketing, o a algunos clientes de confianza, para conocer su opinión.
Con esta herramienta evitamos el coste de los moldes para prototipos en las primeras fases de la innovación, especialmente en las denominadas “de concepto”; pero también en fases más avanzadas al poder hacer cambios antes de solicitar el molde para hacer prototipos “definitivos”, o prototipos de “pre-serie”.
En el área de fabricación esta tecnología podrá suponer la misma situación que la que se produce entre la impresión offset i la impresión digital, es decir, para series largas se usaran los medios tradicionales (offset) por su mayor productividad en cambio para las series cortas se usaran impresoras 3D industriales.
Pero lo que yo creo en donde puede haber una gran revolución es en el tema de los recambios, en el futuro cuando compremos cualquier producto nos adjuntaran un CD con archivos, o lo tendremos descargable de la web, con los planos 3D de las piezas que componen el producto (como p.ej. una lavadora). Y cuando se estropeé el aparato el técnico solo tendrá que coger el archivo e “imprimir” la pieza en cuestión y montarla en el aparato; o nosotros mismos, si nos vemos capaces de repararla.
A nivel doméstico nos podremos personalizar desde la vajilla, pasando por las lámparas de las habitaciones o algunos de los muebles de la casa; llegaremos a la “customatización” total de los productos.