El primer principio del «Good Design» o «Buen Diseño» que expone Dieter Rams es:
El «Buen Diseño» es innovador.
Las posibilidades para la innovación no están, ni mucho menos, agotadas. El desarrollo tecnológico está siempre ofreciendo nuevas oportunidades para el diseño innovador. Pero el diseño innovador siempre se desarrolla en tándem con la tecnología innovadora, y nunca puede ser un fin en sí mismo.
Adaptándolo al Innogeniero podríamos decir: «El Innogeniero es innovador.«
Este principio es intrínseco al Innogeniero y es primordial en su definición.
La importancia del desarrollo tecnológico en la actuación profesional del Innogeniero es clara, pero también debe tener en cuenta que a la hora de desarrollar innovaciones debemos ver cual es la tecnología más adecuada, hay que utilizar las posibilidades de las nuevas tecnologías lo que supone conocerlas y pensar en nuevas aplicaciones y/o utilidades.
Este principio supone a menudo enfrentarse al dilema Innovación Radical vs. Innovación Incremental, ya que querer utilizar las últimas tecnologías puede suponer una ruptura de la actual situación y producir un cambio de paradigma en los productos, servicios, procesos, modelos de gestión,…
La innovación como semilla del cambio de paradigmas supone a menudo tener en cuenta las palabras de Maquiavelo en «El príncipe»: «El innovador se transforma en enemigo de todos los que se beneficiaban con las leyes antiguas, y no atrae sino la amistad tibia de los que se beneficiarán con las nuevas.«
Finalmente, la utilización de las tecnologías innovadoras sin una evaluación y valoración previa, sólo porque esta «de moda» o es «lo último en tecnología» no debe ser el «modus operandi» del Innogeniero.
La utilización de tecnologías innovadoras no debe ser un fin en sí mismo sino como consecuencia de la valoración de su idoneidad.