La “innovación en procesos” en la mayoría de las conferencias o jornadas en las que se habla de innovación se cita menos que la “innovación en producto”, y últimamente que la “innovación en modelo de negocio”. Y esto lo podemos ver en el siguiente gráfico que expone las tendencias de búsquedas en Google de los conceptos “product innovation” y “process innovation”, en el que “product innovation” está siempre por encima.
Sin embargo la “innovación en procesos” es una de las estrategias de innovación que tiene un potencial mayor efecto en el negocio de las empresas y, además, a menudo sucede que como consecuencia de la innovación de procesos se produce la innovación en productos. La “innovación en procesos” pretende el rediseño de los procesos para conseguir mejoras en factores críticos tales como los costes, la calidad, la velocidad o la eficiencia. El hecho de conseguir mejorar cualquiera de ellos, pero especialmente si se consiguen todos simultáneamente, permiten a las empresas que lo hayan conseguido adquirir ventajas competitivas que pueden ser sustanciales.Si lo aplicamos a procesos de fabricación la ventaja competitiva que supone aumentar la velocidad del proceso permite obtener una mayor eficiencia de éste, que supone una disminución de los costes directos de producir utilizando ese proceso. Una forma de aumentar la velocidad es sustituir un proceso manual por un proceso automatizado.
El aumento de eficiencia también se consigue desarrollando o incorporando al proceso tecnologías que permitan aumentar la flexibilidad de ese proceso permitiendo el cambio rápido de la fabricación de un producto o componente a otro.
Las nuevas tecnologías en los procesos además pueden dar lugar a diseños mejores o a diseños radicales que incluso incorporen nuevos materiales que antes no se utilizaban. Este tipo de innovación puede llegar a provocar una revolución en industrias clásicas como por ejemplo la de Artes Gráficas que con la llegada de la tecnología digital transformó la forma en que trabajaban las empresas de ese sector.
La innovación en procesos también se puede dar en el proceso de Desarrollo de Nuevos Productos (DNP) en el que uno de los aspectos más importantes es el “tiempo de desarrollo”. Una disminución significativa en este tiempo permite, si es adecuado para el negocio, lanzar al mercado nuevos productos más a menudo. Con lo que podemos ir por delante de nuestra competencia en el lanzamiento de novedades. Y conseguir una imagen de marca innovadora entre los cliente y en los medios de comunicación.
Un ejemplo de innovación en el proceso de desarrollo de nuevos productos es la incorporación de la impresión 3D para la fabricación de los moldes prototipo de los componentes del nuevo producto. Con esta tecnología se reduce significativamente el tiempo de desarrollo y su coste, ya que se pueden obtener moldes en menos de 24 horas frente a los días o semanas por los métodos clásicos de fabricación. Y se consiguen incluso reducciones significativas de los costes de moldes. Pero en mi opinión, lo más importante es el acortamiento en el tiempo de desarrollo.
Otro efecto colateral no desdeñable es que con esta tecnología podemos incrementar el secretismo y la seguridad en el desarrollo de nuevos productos evitando filtraciones de información.
Otro efecto de la innovación en procesos puede ser el incremento sustancial de la calidad y fiabilidad de los componentes y de los productos acabados. Esto incide en el coste ya que desaparecerán o tendremos menos: mermas, reprocesos, componentes defectuosos, controles de calidad y devoluciones. Si bien la Calidad es un elemento da por descontado no por ello no debemos de preocuparnos por mejorarla.
Si además conseguimos que el nuevo proceso que hemos desarrollado tenga una patente podemos adquirir un elemento de control muy importante en los sectores industriales en los que sea de utilidad.
En algunos casos si las inversiones necesarias para desarrollar los procesos que nosotros hemos innovado son considerables entonces esto actúa como barreras de entrada que limitan a la competencia. Aquí no nos hemos de olvidar que la nueva tecnología de hoy, mañana es obsoleta. Por tanto hemos de hacer una vigilancia tecnológica continua y constante.
Pero uno de los problemas y limitación más importantes a los que se enfrentan las empresas que quieren innovar en procesos es el de la falta de mano obra y de técnicos formados y especializados para el desarrollo y uso de nuevas tecnologías; por un lado debido a que los programas oficiales tanto de Formación Profesional como Universitaria no las incorporan y por otro porque la inversión en formación en muchas empresas es mínima e insuficiente, especialmente en épocas de crisis en que se reducen significativamente las inversiones de todo tipo de resultado a largo plazo.
Uno de los resultados que ha supuesto la deslocalización de la fabricación de los productos y componentes intensivos en mano de obra a países con mercados laborales de bajo coste, ha sido que se ha dejado de invertir en las fábricas de aquí en equipos de procesos que permitiesen fabricar con los factores que citaba al principio, es decir: a costes competitivos, con mayor calidad, con mayor velocidad y con eficiencia. Lo que hubiera evitado la desindustrialización masiva del tejido empresarial del país con los perversos efectos sobre el consumo y la economía nacional.
Es por ello que reivindico la necesidad de invertir en proyectos de innovación en procesos como elemento de recuperación del tejido industrial.
Mas que competitividad brinda productividad, reconocimiento y fortalecimiento empresarial. La innovación es el motor correcto que impulsa hacia el camino del éxito.