Uno de los ámbitos en los que la innovación tiene una elevada influencia es el de los Activos Intangibles, pero esa importancia a menudo es minusvalorada por muchas empresas que no protegen adecuadamente esos activos, ni los tienen correctamente valoradas. Al respecto la reciente actuación de la Comisión Europea imponiendo una elevada sanción a Apple supone una interesante noticia.
Porque lo curioso, y relevante, de esta actuación es que uno de los elementos sobre los que se sustenta es el de los movimientos económicos entre las filiales y la sede fiscal relacionados con los royalties vinculados a los resultados de las actividades de I+D (y a sus respectivas patentes) que dan lugar a los elementos que componen los diversos productos que se fabrican y comercializan por parte de las filiales productivas.
Ya he escrito sobre la importancia de los activos intangibles y sobre como la existencia de incentivos fiscales que permiten rentabilizarlos es un elemento a considerar dentro de las decisiones que deben tomar los gestores empresariales. Por ello una de las actividades que considero que deben de realizarse en cualquier empresa es una “Gestión estratégica del Capital Intangible”.
Volviendo al tema de la sanción y las actuaciones de las multinacionales sobre sus filiales hace unos años escribía, en un artículo para sintetia en el que trataba el tema de la “Retribución de los equipos de innovación”, una explicación sobre un concepto que denomine “Descapitalización Intangible de filiales” que supone una práctica que puede tener una considerable incidencia en el “valor” de una filial generado por sus activos intangibles, o la desvalorización que supone su ausencia.
Como conclusión podría decir que las empresas que no gestionan adecuadamente sus activos intangibles están perdiendo oportunidades de rentabilización, pero sobre todo están reduciendo su valor como empresa ante sus competidores, sus proveedores y sus clientes.
