La mayoría de pymes españolas hoy en día no hacen un uso estratégico de las patentes, y un gran número ni siquiera tienen patentes dentro de su cartera de Activos Intangibles.
La semana pasada Enric Batalla de Tynax y yo dimos un curso sobre “Gestión Estratégica de Patentes” en el Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña.
Con este curso hemos pretendido dar una visión a los asistentes sobre que opciones estratégicas deben plantearse tanto los propietarios de patentes, sean empresas, instituciones o particulares, como los que pretenden proteger sus conocimientos en base a las alternativas en propiedad industrial e intelectual.
Uno de los temas que traté es el de las estrategias a considerar cuando tenemos patentes o cuando no las tenemos y queremos minimizar o eliminar su incidencia en nuestro negocio.
De entre las diferentes estrategias posibles una de ellas es la de las licencias, es decir, la cesión del uso de las patentes a terceros para que puedan proteger el negocio que éstas protegen en los países en los que las tenemos concedidas manteniendo la propiedad de éstas bajo nuestro dominio.
La cesión de licencias, hoy en día posee además la ventaja que es uno de los activos intangibles que se incluyen en el artículo 23 del Impuesto de Sociedades que se titula “Reducción de ingresos procedentes de determinados activos intangibles”.
Este artículo nos permite rentabilizar fiscalmente la cesión a terceros ya que “Las rentas procedentes de la cesión del derecho de uso o de explotación de patentes se integrarán en la base imponible en un 40 por ciento de su importe, cuando se cumplan los siguientes requisitos…”, es decir de cada 100.000 euros de rentas procedentes de cesión solo se integran en la base imponible 40.000 euros quedando exentos los 60.000 restantes. Lo cual no es despreciable.
Es por ello que la estrategia de Cesión de Patentes debe de considerarse como una línea de actuación dentro del marco de la “Gestión Estratégica de las Patentes”.