¿Cómo quieres que sea innovador si no puedo pagar un departamento de I+D?

Recientemente un empresario me expuso de esta forma los motivos que lo llevaban a no desarrollar innovaciones en su empresa. Esta forma de pensar es consecuencia de la reiterada mención de innovación bajo el paraguas de las siglas I+D+I. Y, aunque les duela a los responsables de difundirla, esta obsesión ha hecho mucho daño en el tejido empresarial de las pymes tanto en este país como en otros de nuestro entorno (incluso en Alemania).

Pero estoy convencido y así se lo expuse que se puede innovar sin hacer I+D, y que además muchas de las grandes innovaciones de la historia se han conseguido sin tener I+D, e incluso, saltándose las líneas de investigación que se habían definido en algunos departamentos de I+D.

Con esto no pretendo que se eliminen los departamentos de I+D, sino que cada cual sepa en que liga está jugando y que puede tener oportunidades para su crecimiento. Es cuestión de plantearse como “romper el paradigma” en lo que estamos haciendo.

Además de mi opinión le pude citar diversos documentos que en los últimos meses se han publicado, en los que se dan esperanza y motivación a aquellas empresas que no pueden permitirse un departamento de I+D, o no lo necesitan.

Un de ellos es  un libro con un significativo título “Innovación sin I+D” publicado por la la editorial alemana Springer que recoge la tesis de un investigador del Fraunhofer-Gesellschaft Institute que aporta unas demoledoras conclusiones que cuestionan las políticas públicas de fomento de la I+D.

Es recomendable su lectura, pese a su extensión, porque aporta ideas interesantes sobre como innovar sin tener un departamento de I+D, y sin hacer I+D.

Otro ejemplo de esta tendencia a favor de la innovación sin I+D, es otro documento titulado Innovationen ohne Forschung und Entwicklung en el que se exponen datos como los siguientes:

* Un 44% de las empresas manufactureras alemanas innovadoras no llevó a cabo actividades internas de I+D.

* No hay diferencias significativas en el resultado económico entre las empresas que hacen I+D y las que no.

* En cuanto a productividad las empresas de la industria de fabricación alemana con baja intensidad de I+D son capaces de obtener al menos el mismo, o incluso un nivel ligeramente más alto que las empresas intensivas en I+D.

Estos resultados de empresas alemanas innovadoras deberían hacernos reflexionar sobre las políticas públicas de fomento de la I+D+I.

Pero más importante aún es que deberíamos plantearnos diversas preguntas como:

  • ¿Para qué queremos incentivar la I+D+I?
  • ¿Tenemos una política industrial que defina las líneas estratégicas de la I+D+i?
  • ¿Tenemos un tejido industrial que tenga capacidad para absorber los resultados de las líneas estratégicas de la I+D+i?
  • ¿Las líneas estratégicas de la I+D+i que tipo de tejido industrial necesitan? ¿Puede crear la ocupación necesaria para absorber el ingente número de desempleados existente?
  • ¿Son la I+D o la denominada «economía del conocimiento» la solución a la crisis tal como se pretende?
  • Dado el tejido industrial existente: ¿deberíamos incentivar la innovación en una magnitud superior a la que se ha hecho hasta ahora?

Considero que es necesario un nuevo paradigma sobre la innovación empresarial en la que aquellos que no hacen I+D puedan ir con la cabeza bien alta porque ellos son tan innovadores como los que si hacen I+D.

La INNOVACIÓN no es cuestión de hacer o no hacer I+D, es una cuestión de actitudes y de valores empresariales.

Si innovamos, ganamos todos.

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3 Comments
  1. 16 mayo, 2012
  2. 4 diciembre, 2017
    • 4 diciembre, 2017

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