¿Una estrategia de camuflaje para el lanzamiento de nuevas variedades de productos?

A la hora de lanzar una innovación o una novedad al mercado, NUNCA tenemos la certeza de que ese producto o servicio va a tener éxito. Es más, a veces el fracaso de ese nuevo producto o servicio puede afectar gravemente a la imagen de la empresa, pero especialmente a la marca con la que ha salido al mercado.

Casos de fracasos de nuevos productos hay en todos los sectores y empresas, pero no siempre el cliente sabe la empresa que hay detrás de una marca, pero sí que conoce la marca y está es la que puede verse “manchada”.

Para evitar esta afectación a la imagen de una marca es habitual que los profesionales diseñen estrategias para “camuflar” quién está detrás.

Una posible estrategia es sacar el nuevo producto bajo el paraguas de una marca blanca para ver cómo reaccionan los clientes y si tiene éxito entonces lanzarlo bajo la propia marca.

Esta hipótesis de estrategia, que “se non è vera, è ben trovata”, la detecté hace años para las pizzas frescas en lo que considero es un “caso de innovación en la gama de sabores”. Las empresas que intervienen en la implementación de esta estrategia son las conocidas Casa Tarradallas y Mercadona consiste en que la primera desarrolla una nueva variedad de pizza y, en vez de sacarla al mercado bajo su propia marca la comercializa bajo la marca Hacendado que es la marca blanca en alimentación de la segunda.

Si las ventas de esa nueva variedad, y las opiniones de los clientes, indican que es un producto que tiene aceptación y el éxito en ventas que se ha definido; entonces se pasa a comercializar bajo la marca propia y se distribuye por toda la red comercial de todos los clientes que venden las pizzas de Casa Tarradellas.

Es una estrategia que presenta la ventaja de introducir un nuevo producto en un entorno controlado (una cadena de supermercados con presencia nacional), donde posteriormente se puede recoger la opinión de los clientes en todo el territorio, donde se puede observar la evolución de las ventas por zonas así como seguir otros indicadores de decisión.

Tras unos análisis y debate de los datos y opiniones recogidos, se decide si procede lanzarlo bajo la propia marca o eliminarlo del portafolio de productos.

Es evidente que esta estrategia no es adecuada para todos los productos y empresas, pero es una forma de evaluar una novedad sin arriesgar el prestigio de una marca reconocida.

En este video se recoge la exposición que hice de este caso en una conferencia de innovación:


 

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