Cuando se habla de creatividad se piensa en un personaje medio genio, medio loco que es una fuente constante de ideas radicales, estrafalarias,…
Ante esto se crea la opinión de que la creatividad es innata. Quizás si que hay personas que nacen con unas capacidades creativas especiales, pero la creatividad que necesita un Innogeniero se puede aprender, hay que ejercitarla.
Y para esto hay que definirse un programa de aprendizaje con el objetivo de aumentar nuestra competencia en creatividad, lo que puede hacerse mediante una lectura sistemática de temas que no sean de nuestra profesión, o cambiar las revistas que leemos por de otros diferentes.
Son especialmente interesantes las que tratan cuestiones de diseño (Design Magazine o Core77), o bien revistas de moda.
Si nos acostumbramos a leer cosas diferentes podemos establecer conexiones entre temas diversos que pueden generar innovaciones no previstas.
Esta forma de generar creatividad tiene una herramienta muy útil en la técnica llamada «biónica» que consiste en buscar soluciones a la naturaleza para aplicarlas a nuestros problemas. Podemos encontrar multitud de ejemplos de la utilización de la naturaleza para dar soluciones o crear oportunidades.
Un caso de solución sería el bañador Speedo Fastskin FSII que emula la piel del tiburón. Esta piel tiene una superficie formada por unas escamas que dada su configuración suponen que haya menor resistencia al movimiento en el agua y se reduzca las turbulencias que se generan a su alrededor.
Un caso de oportunidad es el velcro que se desarrolla cuando el ingeniero suizo George de Mestral se fijó que la planta de la espina-choca (Xanthium spinosum) se adhería a la ropa o los pelos de los animales. El velcro reproduce el sistema de adherencia de esta planta.
Recuerdo la frase de Leonardo da Vinci: «La naturaleza benigna provee de manera que en cualquier parte encuentres algo que aprender».
Vemos pues que observando la naturaleza podemos encontrar o pensar innovaciones.