Los 4 elementos de la cultura de una organización innovadora

¿Cómo es la cultura de una organización innovadora? ¿Qué elementos debe tener?

Una organización que quiera desarrollar una cultura innovadora debe de focalizar su actuación en los siguientes cuatro vértices:

  1. INICIATIVA.
  2. DELEGACION.
  3. CREATIVIDAD.
  4. ERROR.

Estos cuatro vértices requieren que para cada uno de ellos se desarrolle una cultura asociada a los mismos.

1. Cultura de la INICIATIVA.

En este vértice se debe alentar y promover la iniciativa de los empleados hacia la obtención de valor para la empresa y para el cliente. Los empleados deberían actuar proactivamente de manera que actuasen de forma natural si la situación lo requiere, y sin esperar la autorización de sus superiores. Ello supone generar confianza en el buen juicio de los que tomen la iniciativa.

También supone promover soluciones innovadoras a los problemas internos o externos de forma sistemática con el objetivo de mejorar los resultados empresariales.

Asimismo la detección de oportunidades de negocio debería suponer la preparación de un proyecto con su hoja de ruta,  este proyecto debería ser liderado por el empleado que lo hubiera definido.

2. Cultura de la DELEGACION.

Otro de los vértices se orienta hacia la delegación de la autoridad, ello supone que a cuando los empleados que han tomado la iniciativa de proponer proyectos para los cuales se les considere el líder y propietario deben de tener conocida y reconocida la autoridad para poder decidir sobre los recursos necesarios para su consecución.

Es uno de los factores más importantes a la hora de gestionar proyectos de cualquier tipo, si no es conocida y reconocida su autoridad es muy difícil que se puedan conseguir los objetivos ya que a menudo se le cuestionaran sus peticiones.

3. Cultura de la CREATIVIDAD.

La creatividad se genera cuando se delegan tareas o actividades a los empleados pero no se les dice “como deben hacer las cosas”. El hecho de dar autonomía para decisión sobre la metodología a utilizar o a cómo desarrollar una posible solución crea en el profesional una confianza en sus propias capacidades.

No obstante, es razonable que la persona a quién se ha delegado pida la opinión sobre las decisiones que esté tomando si tiene poca experiencia, o se le ha asignado un tema del que no es conocedor.

4. Cultura del ERROR.

Quizás el vértice fundamental. La tolerancia con los errores, que supone que no se critique de forma destructiva los posibles errores que cometan aquellos que han tomado la iniciativa, se les ha delegado la autoridad y, han usado su creatividad para buscar soluciones u oportunidades innovadoras.

La posibilidad de error existe, especialmente cuando se pretenden obtener innovaciones.

Pero lo que no se debe hacer es castigar el error.

Para ello es muy útil después de cada actuación, y especialmente si se han producido errores utilizar el procedimiento denominado After Action Review que permite analizar de forma constructiva las actuaciones y los errores; y que es un excelente herramienta de generación de conocimiento para las organizaciones.

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