“Salir de la crisis” con Deming, Innovación y Calidad

Ayer presenté y moderé, en la sede de los Ingenieros Industriales de Catalunya, la conferencia de Jordi Cabré, autor de un interesante blog sobre management y miembro fundador de Deming Collaboration, en la que quisimos exponer a los asistentes a una «innovación» en la gestión empresarial de las empresas de este país haciendo que los directivos realicen un cambio en su filosofía de gestión adoptando los conceptos que W. Edwards Deming desarrolló a lo largo de su trayectoria profesional y que se recogen en libros como Out of the Crisis o New Economics for Industry, Government, Education.

El conocimiento de esta filosofía, los falsos paradigmas y los 14 principios debería comenzar por parte de la dirección de la mayor empresa que hay en el país: el Gobierno.

Y, ¿para que se importante este conocimiento? Pues porque entender lo que significa y que supone puede hacer que la hora de tomar decisiones se haga un análisis sistémico de las consecuencias, pero especialmente para las soluciones fáciles y clásicas no siempre son soluciones sino el inicio de los grandes problemas.

Vemos algunos de los falsos paradigmas (también conocidos como «enfermedades») se lo entenderemos:

• Énfasis en las ganancias a corto plazo.

Este es un hecho habitual, especialmente en aquellas empresas que cotizan en bolsa, que desgraciadamente se ha ido extendiendo por todo el tejido empresarial, y ello debido en parte a determinadas y mal llamadas «escuelas de negocio» que han educado a sus alumnos en una visión de corto plazo y donde el beneficio inmediato era el «Norte» de la empresa.

• Políticas obsesivas de reducción de costes.

Se ha utilizado a menudo la política de reducir costes por dos motivos: o bien para incrementar los beneficios o bien para equilibrar las pérdidas.

A menudo reducir los costes, que también conocemos como «recortes», sin visión sistémica lo que hace es empeorar la situación a medio y largo plazo, pero quizás no en donde se ha recortado sino en otro punto del sistema que no prevemos.

La compra a proveedores sólo en base precio, ha sido uno de los motivos de la disminución de calidad en los últimos años de muchos productos. No es importante el precio de compra de un componente, lo que es importante es el coste total de su adquisición (que incluye la logística, la entrega, la calidad en máquina, la fiabilidad,…) y esto a menudo no se valora.

• La evaluación del rendimiento y la dirección por objetivos.

Esto es a menudo una fuente de «no colaboración» porque si ayudo a otro este puede conseguir mejor resultado que yo, o bien, que para alcanzar los objetivos propios supone empeorar los objetivos de otro.

• La falsa independencia entre las áreas de una organización.

Este es uno de los más importantes, todas las organizaciones son sistemas interrelacionados, y por ello, es necesario que la Alta Dirección tenga una visión sistémica. Así se puede entender que mejorar un área de la empresa, en vez de mejorar la empresa, lo que puede hacer es empeorarla.

Un ejemplo: si en una fábrica tenemos una máquina que procesa 1000 piezas / hora y la siguiente máquina sólo puede modificar 500 piezas / hora, si aumentamos la eficiencia de la primera y producimos 1.500 piezas / hora lo que produciremos es que al cabo de 8 horas habrá 4000 piezas amontonándose en espera. Y cada hora que pase habrá más.

 

Y, ¿dónde está la innovación? Pues bien la innovación en este caso se incorporó una nueva filosofía de gestión en la empresa.

Si se entiende lo que hay detrás de la filosofía Deming, a la larga las empresas y los países, tendrán más calidad, más productividad y por tanto serán más competitivas.

Y más competitivas también hace que sean más innovadoras.

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