No existen empresas innovadoras sino empresas con personas innovadoras

Iniciamos un nuevo año con el objetivo de conseguir nuevos retos en la adopción de la innovación como línea estratégica en diferentes ámbitos de actuación profesional.

Entre los diversos retos uno de los que considero tendrá una mayor incidencia en el futuro de la innovación es el que se refiere a la Reforma de la Ley de Patentes española que como sabemos está en proceso de tramitación parlamentaria. Aunque ya lo he escrito anteriormente, considero que la reforma adolece de una lamentable e incomprensible omisión del derecho a retribución sobre las patentes en la empresa privada, que sí que reconocen en países referentes en innovación como Japón, Corea o China y, por supuesto, la cercana Alemania que tiene la Ley más antigua y la que presenta una estructura y un reglamento más claramente desarrollados.

Este aspecto de “incentivación de los innovadores” que supondría un “cambio de paradigma” en la situación de la innovación como eje estratégico de las empresas y, especialmente, en la percepción de los empleados como factor crítico de desarrollo y evolución de negocio requiere la adopción de una visión diferente por parte de la dirección y la propiedad de las empresas porque supone diseñar y reconocer una forma de ampliar y repartir el pastel de los beneficios que la innovación genera.

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Las circunstancias actuales requieren que se produzca una reconversión, hay quién diría una reinvención, en la Gestión Humana de la Innovación para poner en el centro del “Sistema de Innovación Empresarial” a las personas, que son quienes realmente piensan, crean, desarrollan y llevan al mercado las innovaciones. Porque hemos de recordar siempre que “no existen empresas innovadoras sino empresas con personas innovadoras”.

 

2 Comments
  1. 9 enero, 2015
    • 9 enero, 2015

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