Lo mejor para la innovación es que el problema produzca lo peor

Cuánto peores son las consecuencias que produce un problema mejores son las oportunidades que se le ofrecen a la innovación. Afortunadamente los problemas existen y existirán siempre, por lo que los innovadores tienen y tendrán extensos campos donde sembrar sus innovaciones.

Lo que a mí me sorprende es cómo en el día a día aún se pueden encontrar innumerables ocasiones en las que es posible desarrollar un producto o un servicio innovador que dé respuesta a los diferentes inconvenientes que podemos encontrar a lo largo de la jornada. Estos inconvenientes son oportunidades para empresas existentes o para emprendedores que quieran invertir en el desarrollo y, sobre todo, comercialización de nuevos productos o servicios; a menudo estos inconvenientes son deficiencias en los procesos que se realizan en el seno de empresas y organizaciones.

Y estas deficiencias no sólo se producen en las pequeñas empresas o en la Administración Pública; sino que también, y de forma más relevante, en grandes empresas que pese a disponer de recursos económicos y de personal para ofrecer mejores productos y servicios lo que hacen es mantener un estado de mediocridad que lastra el prestigio de la marca de forma considerable.

problemo

Uno de los  factores que en mi opinión generan mayores insatisfacciones en los clientes, especialmente en los servicios, se encuentra en el denominado “outsourcing” o subcontratación a terceros de procesos que podría realizar la empresa. Esto sobre todo cuando no existe un seguimiento de la calidad de los servicios que realiza el subcontratista, y es aquí donde las oportunidades para innovar en el servicio se abren de forma relevante. Aunque ello requiere de una actitud proactiva hacia la satisfacción del cliente como objetivo estratégico empresarial (circunstancia que es aplicada por determinadas empresas).

Otro factor generador de insatisfacción se produce cuando la empresa comercializa en un nicho de mercado productos o servicios en desarrollados para otro nicho de mercado, y en esa comercialización pretende que los clientes del nuevo nicho sean conscientes de los paradigmas asumidos en el nicho de mercado inicial. En especial se produce en empresas que trabajan en entornos industriales y que se proponen aumentar sus ingresos vendiendo sus productos en el entorno del cliente particular. Esto último requiere una innovación interna en el proceso de comercialización ya que este tipo de cliente tiene asumida unas expectativas diferentes al cliente industrial.


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