Cómo Fujifilm noquó a Kodak en el combate de las innovaciones radicales

¿Debemos innovar con lo que hemos aprendido aplicándolo donde nadie lo había hecho antes?

Por supuesto que si; ya que una de las formas, históricamente más repetida, de generar innovaciones radicales es utilizar los conocimientos que, nuestra empresa o nosotros, hemos ido adquiriendo a lo largo de los años y aplicarlos en áreas en las que hasta ahora nadie los había utilizado.

Este post nace como consecuencia de la lectura de la noticia sobre la introducción en el mercado europeo por parte de FujiFilm de una nueva línea de productos para el cuidado de la piel denominada Astalift.

Lo interesante de este caso es que los investigadores de Fujifilm utilizaron los conocimientos acumulados durante años sobre películas fotográficas para desarrollar una innovación radical de productos cosméticos utilizando materiales y tecnologías de las películas fotograficas.

Mientras tanto Kodak se mantenía en su área de negocio y vivia de su quasi-monopolio especialmente en los EE.UU., no vió (o no quiso ver) el desarrollo de las tecnologías digitales, ni tampoco otros mercados. Lo cual la ha llevado a un dramático apocalipsis. Y mientras Kodak se durmió en los laureles, FujiFilm con conocimientos similares se planteó innovar de forma radical.

Además Fujifilm planificó una estrategia de explotación global de esta innovación empezando en 2009 en Japón, pasando por China en 2010 y expandiéndose de forma progresiva en Europa en 2012.

Este es, en mi opinión, un caso extraordinariamente relevante de innovación radical de utilización de los conocimientos recogidos durante años y su aplicación a un sector y en productos totalmente diferentes. Quién pensó en trasladar los conocimientos sobre películas fotográficas al campo de la cosmética es un verdadero “genio de la innovación”.

Y que se requiere para hacer esto:

  • Capacidad (Intuición) para visualizar conexiones entre conocimientos y nuevas aplicaciones.
  • Capacidad para arriesgar y aceptar el fracaso.
  • Tenacidad para exponerlo y desarrollarlo.

Y ahora vienen las preguntas relevantes:

  • ¿Podemos utilizar lo que sabemos en mercados que no lo están utilizando?
  • ¿Podemos evaluar y valorar que negocio podría representar?
  • ¿Quién de nuestra organización es capaz de encontrar las conexiones entre conocimientos y nuevos productos?
  • ¿Estamos dispuestos a aceptar el riesgo?

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